A veces se pierde la fe y un arrebato de locura nos obliga a desconectar todo vínculo con la naturaleza de origen. La inmolación adquiere, entonces, sentido de purificación. OREJAS DE BURRO tuvo una época, un ciclo y un amor interrumpido a la palabra. Hoy renace, en la terquedad, el sueño y la esperanza, gracias a la flaca voluntad de una razón en la conciencia, que salva a las OREJAS del naufragio.
sábado, 1 de febrero de 2014
PRIMEROS PASOS DE ELIAN
Cae que no cae, despertó a su “mama”
cae que no cae, cayó de la cama.
Cae que no cae, por entre las sillas
cae que no cae, cayó de rodillas.
Cae que no cae, su hermano lo alcanza
cae que no cae, se cayó de panza.
Cae que no cae, subiendo a la mesa
cae que no cae, cayó de cabeza.
Cae que no cae, por las escaleras
cae que no cae, se cayó de veras.
Cae que no cae, su abuelo lo vio
cae que no cae, por fin se durmió.
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